31 de marzo de 2019
28 de marzo de 2019
26 de marzo de 2019
24 de marzo de 2019
La Jueza Federal de Brasil Raquel Domingues de Amaral
Esto va dirigido exclusivamente a quienes, no apoyan los paros y las marchas, pero insultan a quienes luchan y solapadamente disfrutan de lo conseguido.
Texto ejemplar de la Juez Federal Raquel Domingues do Amaral:
"¿Saben de qué se hacen los derechos, mis jóvenes?
¿Sienten su olor?
¡Los derechos son hechos de sudor, de sangre, de carne humana podrida en los campos de batalla, quemada en hogueras!
¡Cuando abro la Constitución, además de los signos, de los enunciados vertidos en lenguaje jurídico, siento olor a sangre vieja!
¡Veo cabezas rodando de guillotinas, jóvenes mutilados, mujeres ardiendo en las llamas de las hogueras! Oigo el grito enloquecido de los empalados!
¡Me encontré con niños hambrientos, enriquecidos por inviernos rigurosos, fallecidos a las puertas de las fábricas con los estómagos vacíos!
¡Sofoco en las chimeneas de los Campos de concentración, expulsando cenizas humanas!
Veo africanos convulsionando en las bodegas de los barcos negreros.
Oigo el gemido de las mujeres indígenas violadas.
¡Los derechos están hechos de fluido vital!
Para hacer el derecho más elemental, la libertad, pasaron siglos y miles de vidas fueron tragadas, fueron molidas en la máquina de hacerse derechos, ¡la revolución!
¿Tú creías que los derechos fueron hechos por los funcionarios que tienen asiento en los parlamentos y tribunales?
¡Que engaño!
¡El derecho se hace con la carne de la gente!
Cuando se deroga un derecho, se pierden miles de vidas ...
¡Los gobernantes que usurpan derechos, como buitres, se alimentan de los restos mortales de todos aquellos que murieron para convertirse en derechos!
Cuando se concreta un derecho, mis jóvenes, se eterniza esas miles de vidas.
Cuando concretamos derechos, damos un sentido a la tragedia humana y a nuestra propia existencia.
¡El derecho y el arte son las únicas evidencias de que la odisea terrenal ha tenido algún significado!"
Si después de leer esto, aún no se comprende que otras personas sacrificaron su propia vida para que usted tenga una mejor vida a través de mejores derechos "CONQUISTADOS"; entonces sería bueno y muy ético de su parte que no use ni uno de esos derechos para su propia vida y la de su familia, y por supuesto, poder seguir quejándose tranquilo (devolver derecho al voto, a la libertad, a la salud, a la educación, a la estabilidad en el empleo, a un salario digno, a las vacaciones, prestaciones, a las vacunas, a la libre expresión, entre muchísimos otros sin dejar de mencionar las primas y las bonificaciones ).
Se debería ser verdaderamente coherente con su discurso y trabajar unas 16 horas al día, sin salario, sin prestaciones, sin vacaciones; es decir, si los paros no te gustan, renuncia a tus derechos y conviértete en un esclavo. Los derechos no son fruto de la generosidad de los patrones-verdugos-opresores; los derechos son el resultado de la lucha popular.
Se agradecería que se apoye y colabore por el bien del pueblo o se deje de poner palos en la rueda a quienes luchan por el bien común y equitativo.
Texto ejemplar de la Juez Federal Raquel Domingues do Amaral:
"¿Saben de qué se hacen los derechos, mis jóvenes?
¿Sienten su olor?
¡Los derechos son hechos de sudor, de sangre, de carne humana podrida en los campos de batalla, quemada en hogueras!
¡Cuando abro la Constitución, además de los signos, de los enunciados vertidos en lenguaje jurídico, siento olor a sangre vieja!
¡Veo cabezas rodando de guillotinas, jóvenes mutilados, mujeres ardiendo en las llamas de las hogueras! Oigo el grito enloquecido de los empalados!
¡Me encontré con niños hambrientos, enriquecidos por inviernos rigurosos, fallecidos a las puertas de las fábricas con los estómagos vacíos!
¡Sofoco en las chimeneas de los Campos de concentración, expulsando cenizas humanas!
Veo africanos convulsionando en las bodegas de los barcos negreros.
Oigo el gemido de las mujeres indígenas violadas.
¡Los derechos están hechos de fluido vital!
Para hacer el derecho más elemental, la libertad, pasaron siglos y miles de vidas fueron tragadas, fueron molidas en la máquina de hacerse derechos, ¡la revolución!
¿Tú creías que los derechos fueron hechos por los funcionarios que tienen asiento en los parlamentos y tribunales?
¡Que engaño!
¡El derecho se hace con la carne de la gente!
Cuando se deroga un derecho, se pierden miles de vidas ...
¡Los gobernantes que usurpan derechos, como buitres, se alimentan de los restos mortales de todos aquellos que murieron para convertirse en derechos!
Cuando se concreta un derecho, mis jóvenes, se eterniza esas miles de vidas.
Cuando concretamos derechos, damos un sentido a la tragedia humana y a nuestra propia existencia.
¡El derecho y el arte son las únicas evidencias de que la odisea terrenal ha tenido algún significado!"
Si después de leer esto, aún no se comprende que otras personas sacrificaron su propia vida para que usted tenga una mejor vida a través de mejores derechos "CONQUISTADOS"; entonces sería bueno y muy ético de su parte que no use ni uno de esos derechos para su propia vida y la de su familia, y por supuesto, poder seguir quejándose tranquilo (devolver derecho al voto, a la libertad, a la salud, a la educación, a la estabilidad en el empleo, a un salario digno, a las vacaciones, prestaciones, a las vacunas, a la libre expresión, entre muchísimos otros sin dejar de mencionar las primas y las bonificaciones ).
Se debería ser verdaderamente coherente con su discurso y trabajar unas 16 horas al día, sin salario, sin prestaciones, sin vacaciones; es decir, si los paros no te gustan, renuncia a tus derechos y conviértete en un esclavo. Los derechos no son fruto de la generosidad de los patrones-verdugos-opresores; los derechos son el resultado de la lucha popular.
Se agradecería que se apoye y colabore por el bien del pueblo o se deje de poner palos en la rueda a quienes luchan por el bien común y equitativo.
Fuente: https://www.geledes.org.br
23 de marzo de 2019
Aún no logran sembrarme de silencio - Chucho Peña
AÚN NO LOGRAN SEMBRARME DE SILENCIO
Quiero escribir versos.
Quiero construir finas filas de palabras
que como hojas de afeitar
donde rozan dejan huella
y al cabo del tiempo puedan decir:
Aquí pasaron los versos de un hombre
que aunque triste
quiso escribir versos
con la dureza y el poder
del delgado acero
que hiere la aspereza.
He recorrido de nuevo
mis no sé cuántos versos
y estoy triste como siempre
más que nunca de saber que siempre
podría mi vida depender
de un verso que nunca encontraré
y que busco en cada esquina;
en cualquier parte que me vean
obsesionado estoy
ordenando sustantivos, verbos, adjetivos
hasta hacerlos versos
poesía para gritar en las plazas y los parques.
No me importa que no encuentre nunca
el verso que busco con afán
el verso que todo lo derrumbe
rasgue las vestiduras
y nos muestre
a todos
lo que somos de verdad;
el verso total
que todo lo diga y lo repita si es del caso
el bloque irreductible de palabras
necesarias marchando en fila india
haciendo de la búsqueda del verso total e irreductible
la esperanza
la meta final de un oficio que no existe
y que alguien tiene que asumir
sufriendo aún lo necesario
todo lo que dice viviendo todo lo que exige.
No quiero morir sin escribir mi verso,
no quiero que mañana al recordarme digan:
No dijo suficiente
no dijo lo que quiso
le dieron miedo los mensajeros de la muerte
y de igual forma murió.
Yo moriré de plomo y poesía
de igual forma que puedo morirme de otra cosa;
la muerte es lo único seguro que acarrea la vida
y me da miedo
pero igual voy a morirme un día
con o sin miedo
de plomo y poesía
o de otra cosa.
Podrían por ejemplo matarme.
Por ejemplo podría morirme
pero soy uno solo
demasiado intrascendente
no pasaría nada;
moriría de ganas de vivir
soy uno solo
y ya han matado muchos
soy uno solo
y no podrán matarnos a todos
ni siquiera casi todos;
están muy muertos
muy impregnados de odio y sinrazones.
No podrán quitarnos mucho nunca
solo algunas vidas
que no podrán ser suficientes.
Yo seguiré buscando mi verso
a mí aún no logran sembrarme de silencio.
Yo seguiré hablando a las plazas y los parques
gritando en mi canto lo que pienso y lo que creo.
Un hombre puede morir en cualquier parte;
vivir implica morir de alguna forma
y los hombres seguirán siendo los hombres
y creyendo en el poder de la palabra
en la vida y en la muerte
en la gente, nuestra gente
inmensa mole de silencio
que comienza a ser rumor
a erigirse en esperanza
la única esperanza
nuestra esperanza construida de silencio
que poco a poco va tornándose
en un inmenso grito
interminable como un pueblo
un grito cósmico
el verso que el día en que yo muera
estaré buscando con afán
el verso irreductible
inevitable como el hombre
y su porvenir libre
inevitable.
Chucho Peña
22 de marzo de 2019
21 de marzo de 2019
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