27 de junio de 2012
8 de junio de 2012
7 de junio de 2012
5 de junio de 2012
OLOR A AYUNO
Hay sobresaltos
inexplicables en el aliento, el tufo a ayuno en tantas bocas, la fantasía de
estar vivo y no sentir lo majestuoso de respirar, el desespero de una lucha sin
frutos bajo el padre sol; cabezas al borde de una esquizofrenia mal sana; gente rota, como
muñecos mal hechos desatendidos y vaciados
en trozos, anónimos sin libertad,
desaparecidos sin nombre. Mil costales de carne en la calle, rotos, todos
rotos, regando sus intestinos, su
sangre, muriendo pero no como muere lo que vive, destilando muerte desde su nacimiento; hambre, hambre,
sed, rabia, volcanes que estallan como calderas espirituales que ya no soportan
una lágrima más.
Augusto
sigue mandando en este circo tan romano, los leones nos siguen comiendo, los
guardias no han podido cortar la cabeza al emperador; ninguno es virtuoso,
nadie es mejor que justo, no hay un siniestro donde es preciso… Todos, en esta
tumba bajo el sol; llena de podredumbre y decadencia son afinadamente
sobornables; provocan el vaho a mierda
todas las madrugadas. Se levantan de pie
izquierdo los gobernantes, las amantes, lo guardias, los curas, las putas, las
monjas, el profesor, el vigilante, el estudiante impasible, los recursos
humanos de las fábricas de “dios”. Después de alzar la cabeza y el cuerpo con
el pie izquierdo; la mano de obra va en el bus, camino a un mal día bajo el sol y el humo de una ciudad que los ahorca, los viola,
los asfixia, les chupa la sangre, la bolsa, la vida, allí van a deshacerse; más
tarde los dejaran sin lugar donde alojarse, amar, saltar, cantar, reír.
Augusto, asiente
estar en la gloria con tan maravilloso espectáculo; los sufrientes agonizando
en pedazos y el césar sobando su
barriga, tomando vino, comiendo hamburguesas en McDonald's , riendo con mujeres también muy sobornables como los
guardias de turno; putas, fantasmas que
se hacen alarde en su palacio.
Enigmática
sigue esta custodia de muerte; salgo, me hostigan, me persiguen mil muertes, sueño agonías; veo, abrigo a toda hora
ese olor a olvido y silencio; se caen mis segmentos, mis intestinos; aún moribunda, alcanzo a percibir ese olor a ayuno en todas las bocas.
Por:Silvia
P.
2 de junio de 2012
Apacigüe de aquí mujer cobarde
La simpática chica, de la sonrisa falsa en el espejo quebrado, vino hoy a transmutar en casa; morada vulgar, espejo inservible, chica de máscara incómoda; compañía que no apetezco... Muchacha, vete bajo la lluvia y no mojes tus ojos con lágrimas redundantes; no vuelvas chica, no tomes mi papel de escribir, no robes mis pinceles o mi pintura, el alquitrán, el negativo o el lienzo... ¡No! ¡No! ¡No! No toques con tu existencia esta angustia que no es mía. Ve juega sola de cara al viento, al sol, al ocaso; búscate una razón que no sea un reflejo automático y falso en un espejo cerril, no lo sigas rompiendo, no te llenes de furia, no te envenenes, no te electrocutes con tu quimérico reflejo, no te ajusticies, no te guillotines, no gimotees más... ¡No! ¡No! ¡No! Reprimí la felicidad mientras vegetabas destrozando tu reflejo con tu falsa sonrisa… No estaré más, bajo tus normas de sangre y muerte, no podré condescender con mirarte en un mundo lleno de vida; no más sangre en mi estómago, no más vida en la muerte… Apacigüe de aquí mujer cobarde; no des vida para quitarla; no asfixies a los bufones. Me liberté de tus cadenas incurables, deserté de tu falsa máscara y tu maquinal autodestrucción… Fui a buscar el viento, el sol, la luna; florecí indagando mi montaña. Te regalo mi casa, quédate en la oscura morada; es tuya, con todos tus patrimonios. Yo me voy de enamorada de la tierra y con un cuchillo rosa siniestro, camino gritando por los desposeídos; yo me marcho con mi brillante locura cantando al atardecer, al anochecer, a mis pies danzantes, a mi carcajada insistente, gritando mi demencia que fue la cura a tu muerte, yo me voy con mi vida y la respiro y la sonrío para siempre…
Por: Silvia P.
Por: Silvia P.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)