24 de abril de 2013

ALEIDA


1 comentario:

Unknown dijo...

El ser humano con sus actitudes se contradice, porque si lo que quieren es que los necesiten no deberían de hacer cosas para que los olviden, y como esta sociedad tan capitalista lo que se necesita y se busca está en la posición económica, pero olvidan que 1”el dinero no es garantía de la felicidad” y tiran a la basura cosas prioritarias, pierde la esencia de la humanidad.
Al vivir en esta sociedad que nos imponen sus normas y sus reglas a menudo basadas en lo económico y no en lo humano, se acostumbra buscar el temor de los demás confundiéndolo con respeto y nos 2”imponen al individuo un cierto dominio de si” una cierta alienación y desarraigo de la mentalidad propia; olvidar lo que en realidad queremos, olvidar lo que realmente importa por aquellas cosas que no son nuestras aspiraciones si no las de nuestro alrededor por estar en un vínculo social donde creemos tener respeto ¿pero” respeto” de quién?¿es respeto o temor lo que recibimos?¿o pactamos en nuestro alrededor?
El síndrome de la tribu nos lleva a adquirir costumbres que no son propias y a olvidar aquellas que nos pertenecen, adquirir un sentido del civismo que nuestros antepasados no reconocen ya que 3“hablar de civismo es invocar aquellas costumbres que se han ido configurando”, que configuraron nuestro pasado y que ahora no configuraran nuestro presente.
CPP
Camps, Victoria. Manual de Civismo, Ariel,2008, ibid 1,2,3.
Luisa Fernanda Graciano Cifuentes
11°C3 #12