20 de abril de 2013

Nostalghia - Nostalgia - Andrei Tarkovsky - 1983 (Sub. Español)


https://www.youtube.com/watch?v=qOVxHhoe5Ck

1 comentario:

Sara Avendaño dijo...

Película “Nostalgia” de Andrei Tarkovski. (1983)
Minuto 8:59
- “¿Le puedo preguntar algo?... ¿Por qué cree usted que son solo las mujeres que rezan tanto?
- ¿Me lo está preguntando?
- Se ve tantas mujeres aquí…
- Solo soy el sacristán.
- Pero se tiene que preguntar por qué las mujeres son más devotas que los hombres.
- Usted lo debería saber mejor que yo.
- Porque soy una mujer… No, nunca he entendido esas cosas.
- Yo soy un hombre sencillo. Pero creo que… Una mujer sirve para tener hijos, para criarlos con paciencia y sacrificio.
- ¿Y entonces, solo sirven para eso, según usted?
- No lo sé.
- Entiendo. Gracias. Me ha sido de gran ayuda.
- Usted me preguntó que pensaba yo. Usted quiere ser feliz pero hay cosas más importantes.”

Luego de ver el diálogo anterior, partiré de la siguiente frase: “El bien y el mal se aprenden como el bien y el mal hecho a los otros.”1 Teniendo en cuenta esta frase podemos analizar la situación actual de nuestra sociedad y las problemáticas que se dan a diario más que todo con la población femenina. La mujer es la que da crianza a sus hijos, pero dado el caso que ella tiene también una mentalidad machista criará a sus hijos de la misma forma prolongando una formación similar, provocando que en lugar de mejorar las desigualdades que se dan, éstas continúen su curso sin llegar a un punto de progreso.
“Nadie merece algunas desigualdades, pero ahí están.”2 La mujer. Siempre sumisa, siempre con la cabeza abajo. ¡No es justo!, ¿Cómo es posible que aún hoy, siglo XXI se presenten tipos de discriminación y maltrato hacia la mujer?, todo esto –en mi opinión- se debe a la educación que hoy tanto los padres como los maestros de escuela imparten a los hijos y estudiantes. Una educación en la cual solo existen dos factores los oprimidos y los opresores… ¿Dónde quedan los que resisten? ¿Dónde están los que tienen ideas diferentes? Solo nos han enseñado a obedecer, a pronunciar un “sí” sin un “por qué”; responder lo que está escrito, lo planteado, lo impuesto por unos cuantos que tienen el monopolio y el poder que tristemente nosotros –el pueblo- les damos.
Nos hablan de felicidad, de plenitud y aún peor, nos venden la libertad prometiendo un futuro mejor que no será logrado si simplemente nos limitamos a hacer lo mediocremente posible. "La felicidad, en efecto, no es disponer de más posibilidades ni tener más capacidades: es tenerlas y aprovecharlas, aprovechar todo el poder que da la libertad."3 Es cierto que en nuestro país, Colombia, se viven más libertades si nos comparamos con otros países; pero como todo en la vida siempre habrán mejores y peores, esto me lleva a la siguiente conclusión: Aprovechar lo que ya tenemos sin realizar comparaciones, hacernos partícipes de la sociedad en cuanto a lo político y lo cultural, fomentar el civismo para crear ideologías, filosofías, formas de pensar y actuar sanas en las cuales se anteponga el bienestar común sin descuidar el propio.
¡No te lamentes por un país que lucha, lucha por un país que se lamenta!
Sara Isabel Avendaño Vargas 11I04
CPP
1 Camps, Victoria (La buena educación pág. 40)
2 Camps, Victoria (Derechos y deberes pág. 41)
3 Camps, Victoria (Derechos y deberes pág. 51)