eso decían las viejas godas de Medellín,
las que relinchaban como yeguas,
cuando la gran pintora tenía algo por decir.
El pudor de la "legión de maría",
comandada por los curas y las monjas de la Medellín mojigata,
gritaban histéricas al mismo suspiro,
cuando Dèbora plasmaba a esa sociedad de "putas",
curas y viejas chismosas;
relinchando como animales,
en el corral que siempre ha sido Medellín.
Por: Silvia P.
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