29 de abril de 2013

Keny Arkana - Désobeissance civile


1 comentario:

Unknown dijo...

Es triste ver la realidad que vivimos en nuestra sociedad, donde nos rige un gobierno que usa al ser humano como dispositivos para utilizar sus técnicas de poder y así de esta manera vivir en una espiral de auto destrucción, donde sobrevive el más fuerte en este caso el estado. Que con sus estrategias hacen creer que vivimos en una sociedad justa pero me pregunto ¿a nuestro gobierno le interese que el ser humano sea libre y tenga de derechos? Que se libere y deje de ser una maquina humana objeto de explotación y desigualdad para que dejen de ser seres humanos dependientes de un gobierno incompetente al que no le interesa el ser humano.
Por esta razón se hace imprescindible que cada sujeto se apropia de su existencia y sea autor al cabio de su historia y de la sociedad ya que a nuestro gobierno no le interesa un ser que obra con una personalidad autónoma, libre y activa, sino que por lo contrario ser un ser condicionado cuyas funciones especificas sea nutrir su sed de poder donde lo único que nos domina y dirige sea un orden económico cuyas directrices corren el peligro de convertirse en lo único que da sentido y valor a la vida[1] porque vivimos inmersos en una sociedad que perdió su identidad y lo único que la rige es el poder económico, la materialidad donde opera el poder y la desigualdad, la ley del más fuerte donde los ricos siguen siendo más ricos, mientras la gran mayoría muere de hambre y desesperanza pero ninguna de las democracias existentes es satisfactoria[2] ya que no buscan satisfacer las necesidades un pueblo sino las propias porque no operan leyes justas y equitativas para todos los ciudadanos por eso se debe poner resistencia y dejar de pensar que este algún día hará una reforma y cambie la ideología de que no hay convivencia sin desigualdad[3]

1. Victoria Camps, Manual del civismo, Editorial Ariel, pag.
Ibid pag. 115
Ibid pag.104