14 de diciembre de 2011

PEREGRINAJE





a Elizabeth Azcona Cranwell



Llamé, llamé como la náufraga dichosa

a las olas verdugas
que conocen el verdadero nombre
de la muerte.



He llamado al viento,

le confié mi ser.



Pero un pájaro muerto

vuela hacia la desesperanza
en medio de la música
cuando brujas y flores
cortan la mano de la bruma.
Un pájaro muerto llamado azul.



No es la soledad con alas,

es el silencio de la prisionera,
es la mudez de pájaros y viento,
es el mundo enojado con mi risa
o los guardianes del infierno
rompiendo mis cartas.



He llamado, he llamado.

He llamado hacia nunca

A. Pizarnik

1 comentario:

Laura Maria Castaño Guisao dijo...

somos peregrinos en este universo, andamos por la vida caminando por cenderos que nos llevan ala muerte en vida, en ocasiones vendemos nuestra alma e ideas al diablo llamado estado y nos olvidamos de nuestra dignidad, que mas evidencia que el abogado del diablo.El término abogado del diablo se aplica por extensión a personas que defienden una posición en la que no necesariamente creen, o a quienes presentan a otro debatiente un argumento contra una posición en la que sí creen. Este proceso permite comprobar la calidad del argumento original e identificar las debilidades de su defensa.
como futura abogada se que me voy a someter a la perdida de mi alma, no pretendo cambiar el mundo es demasiado, pero si se hace la diferencia cambiando a una persona que haga parte de ese mundo que están difícil cambiar por algo se empieza.