21 de marzo de 2012

LETRAS IMPUESTAS


Y de anónima, en este lugar de siempre;
Tildando palabras que son gritos silenciosos y deliciosos.
No hay nada en este caos,
Que me haga sentir este  flamante soplo de delirio;
Con el que me siento casi consolada,
O me de, la absoluta risotada perpetúa
Para estar y ser en éste segundo eterno y muerto.

Escribir se me hace fácil,
Porque me dan unas ganas incontrolables de hacerlo,
Pero en esencia estas letras impuestas;
Pueden estar coartando estos gritos de silencio,
Los que me acontecen de lápiz en lapicero,
De papel en pergamino.
Porque son letras ajenas,
A La historia de la cultura de ésta comarca fracturada.

Nuestro devenir como pueblo,
Hasta 1492 estaba hecho por líneas de viento,
Resonancias naturales;
Señales de los dioses  sol y  agua;
Muy incomparables a estos trazos con los que hoy chillo LETRAS.

Nuestras ancestrales y agonizantes lenguas,
Son la historia de nuestra cultura;
Las nuevas y las viejas generaciones,
De estos toscos territorios que invadimos hoy,
Nunca fuimos por esos ecos de pachamama.

Saldamos nuestra historia,
Gracias a la pericia del inglés de la internet,
El que se traduce en cinco segundos;
Muy “populacho” y muy patrón a la vez;
Nos limitamos con este castellano,
Español “Real” artificial;
Nos quedamos sin identidad,
Sin ecos que nos defiendan.

Hoy, por esto;
Somos despensa y no pueblo.
La América se hunde en este lado sur,
Cada día más usado e infecundo;
Sin reparar que el colonialismo es mental;
Y fundamentalmente, la comunicación;
Marcha gracias a procesos cerebrales automáticos,
Que nos están castrando cada día;
Nos quedamos sin retorno a nosotros mismos.

Silvia P

DEFINIDOS


Por señales mentales,
Imágenes, palabras;
Marcados por mercados usureros,
Por dios y  los mercaderes de Jesús,
Por enviados divinos,
Gobernantes inmortales e impalpables.

Marcados por la España,
Por los números de los saqueadores,
Definidos sospechosos;
Por rumiar siempre.
Por no callar.

Ansían suprimir la enfermedad que somos,
Los transparentes dudosos,
Incapacitados para interactuar con órdenes mentales,
Los de las dificultades del lenguaje,
Los incomunicados, invisibles;
Definidos y suprimidos.
Jamás el poder se ejerce sobre la imaginación. 

POR: Silvia P.

8 de marzo de 2012

Gioconda Belli



Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres,
¡Qué poco es un solo día, hermanas,
qué poco, para que el mundo acumule flores frente a nuestras casas!
De la cuna donde nacimos hasta la tumba donde dormiremos
-toda la atropellada ruta de nuestras vidas-
deberían pavimentar de flores para celebrarnos
(que no nos hagan como a la Princesa Diana que no vio, ni oyó
las floridas avenidas postradas de pena de Londres)
Nosotras queremos ver y oler las flores.

Queremos flores de los que no se alegraron cuando nacimos hembras
en vez de machos,
Queremos flores de los que nos cortaron el clítoris
Y de los que nos vendaron los pies
Queremos flores de quienes no nos mandaron al colegio para que cuidáramos a los hermanos y ayudáramos en la cocina
Flores del que se metió en la cama de noche y nos tapó la boca para violarnos mientras nuestra madre dormía
Queremos flores del que nos pagó menos por el trabajo más pesado
Y del que nos corrió cuando se dio cuenta que estábamos embarazadas
Queremos flores del que nos condenó a muerte forzándonos a parir
a riesgo de nuestras vidas
Queremos flores del que se protege del mal pensamiento
obligándonos al velo y a cubrirnos el cuerpo
Del que nos prohíbe salir a la calle sin un hombre que nos escolte
Queremos flores de los que nos quemaron por brujas
Y nos encerraron por locas
Flores del que nos pega, del que se emborracha
Del que se bebe irredento el pago de la comida del mes
Queremos flores de las que intrigan y levantan falsos
Flores de las que se ensañan contra sus hijas, sus madres y sus nueras
Y albergan ponzoña en su corazón para las de su mismo género
Tantas flores serían necesarias para secar los húmedos pantanos
donde el agua de nuestros ojos se hace lodo;
arenas movedizas tragándonos y escupiéndonos,
de las que tenaces, una a una, tendremos que surgir.

Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres.
Queremos flores hoy. Cuánto nos corresponde.
El jardín del que nos expulsaron.

Aquí está de nuevo nuestra palabra.

Aquí está de nuevo nuestra palabra.
Esto vemos, esto miramos.
Esto llega a nuestro oído, a nuestro moreno corazón llega.

I.
Allá arriba pretenden repetir su historia.
Quieren volver a imponernos su calendario de muerte, su geografía de destrucción.
Cuando no nos despojan de nuestras raíces, las destruyen.
El trabajo nos roba, la fuerza.
Nuestros mundos, la tierra, sus aguas y tesoros, sin gente dejan, sin vida.
Las ciudades nos persiguen y expulsan.
Los campos mueren y nos mueren.
Y la mentira se convierte en gobierno y el despojo arma a sus ejércitos y policías.
En el mundo somos ilegales, indocumentados, indeseados.
Perseguid@s somos.
Mujeres, jóvenes, niños, ancianos mueren en muerte y mueren en vida.
Y allá arriba predican para abajo la resignación, la derrota, la claudicación, el abandono.
Acá abajo nos vamos quedando sin nada.
Sólo rabia.
Dignidad tan sólo.
No hay oído para nuestro dolor como no sea el del que como nosotr@s es.
Nadie somos.
Solos estamos y sólo con nuestra dignidad y con nuestra rabia.
Rabia y dignidad son nuestros puentes, nuestros lenguajes.
Escuchémonos pues, conozcámonos entonces.
Que nuestro coraje crezca y esperanza se haga.
Que la dignidad raíz sea de nuevo y otro mundo nazca.
Hemos visto y escuchado.
Pequeña es nuestra voz para eco ser de esa palabra, nuestra mirada pequeña para tanta y tan digna rabia.
Vernos, mirarnos, hablarnos, escucharnos hace falta.
Otros somos, otras, lo otro.
Si el mundo no tiene lugar para nosotr@s, entonces otro mundo hay que hacer.
Sin más herramienta que la rabia, sin más material que nuestra dignidad.
Falta más encontrarnos, conocernos falta.
Falta lo que falta…


Chiapas.

México, Septiembre del 2008

1 de marzo de 2012

Folie a Tróis - Cloacas Fabricadas por el Miedo

vidas paralelas - folie a trois

Folie à trois - Busco la paz y el conflicto

La Cenicienta Que No Queria Comer Perdices 0001

LA MUJER CON CARA DE ASESINA





INTERLOCUTORIO: 666
RADICADO: 000 000 000
CONDENADO: Una mujer con cara de asesina.
DELITO: Tener apariencia de criminal, se le encontró un buen libro en su bolsillo; hechos sin confirmar.
PENA: Cadena perpetua equivalente a 3 vidas y la de ultratumba en caso de existir.
REF: niega pena, delito y readecuación de pena.

JUZGADO NUMERO 666 DE PENAS DE INSEGURIDAD.

IMPROCEDENTE EL DESPACHO EVADE SU TRABAJO; NO RESUELVE LA PETICIÓN Y LA CONDENADA SE NIEGA A ACEPTAR LA READECUACIÓN DE SU PENA. "LA MUJER CON CARA DE ASESINA" AÚN NO HA SIDO IDENTIFICADA POR LAS AUTORIDADES. Se niega a hablar, escribió hace 20 horas que el juez le parece no apto, alega que no tiene cara. Hace 5 horas volvió a escribir en un pizarrón que su vejiga va a estallar. Condenada a cadena perpetua.

CONSIDERACIONES

Como argumento de su pretensión, la penada sostiene las ganas de orinar de hace cinco horas, aún no ha hablado, no se le ha concedido la llamada a la que tiene derecho y no hay garantías de debido proceso;  el caso se complica, sigue sin responder las preguntas a la que acude la sala en pleno, en pleno derecho de tortura psicológica a la que es sometida la muda que se está orinando, antes denominada; “LA MUJER CON CARA DE ASESINA”.

Tiene “LA MUJER CON CARA DE ASESINA” los ojos rojos, parece que los orines le brotan como lágrimas. Llora, nada puede hacerse para consolarla; la electricidad como tortura tampoco funciona. Grita; no habla, grita nada como si ambicionara decirlo todo, parece intentar hablar, pero sale de su boca un chillido abrumador que no se comprende; la sala ensordece y desespera porque no entiende la petición de “LA MUJER CON CARA DE ASESINA”. No hay ley para tratar a alguien a quien no se le ha comprobado el delito; sin embargo, el juez insiste en la culpabilidad de “LA MUJER CON CARA DE ASESINA” y aboga por no darle un abogado para su defensa, por no dejarla ir al baño. Además, de la pena, el juez “decreta” o “diagnostica” un fuerte trastorno mental e incapacidad de “LA MUJER CON CARA DE ASESINA” para gozar la libertad y los derechos plenos de una ciudadana “NORMAL”.

El juez también; “argumenta” que en el “ordenamiento patrio” no existe norma alguna que consagre para una chiflada, muda y con ganas de “hacer pis” una rebaja de pena por las deficiencias mentales y de memoria que padece. “LA MUJER CON CARA DE ASESINA” cometió su ilícito en la calle,” según el juez” que encontró un libro sospechoso en el bolso de la señora que aún no habla y contiene sus ganas de orinar. Argumenta el juez que el delito se debe a su “CARA DE ASESINA”, sus deficiencias mentales y de memoria que solo le permitían leer dicho libro; a propósito el juez se quedó con el libro y ahora, éste sale de las evidencias adicionales al caso “jurídico- psiquiátrico”.

“LA MUJER CON CARA DE ASESINA”, escribe sin descanso: “Así, la negativa de un beneficio de libertad por la autoridad; que en  este caso es usted, “señor juez”; me atrevo a decir que carece de competencia para señalarme como, “LA MUJER CON CARA DE ASESINA”; además, funda su decisión en criterios que no son legales, objetivos, ni verificables; vulnera usted los derechos de reserva judicial de la Libertad y de las condiciones de acceso a ella. Se arrolla el derecho a la libertad de la penada o como me llama usted: “LA MUJER CON CARA DE ASESINA” a quien, no le presenta ningún argumento que pueda sostener su tesis de un delito que no he cometido y unas condiciones que no valido: “chiflada, muda y con ganas de “hacer pis”. Considero que usted viola todos mis derechos; como ciudadana “normal”.
Todas las rendijas por las que entra la luz a esta sala, están construidas o destruidas, por la humedad, esas aberturas y esa luz,  son mi única libertad válida este momento, pero hay grietas en todo, por cualquier parte entra la luz, yo recuerdo y no tengo ningún trastorno mental; el libro, puede quedárselo, yo recuerdo; los ricos tienden sus redes de pesca en las habitaciones mal olientes de los pobres como yo. Mis ganas de orinar le mojaran a caños amarillentos y mal olientes; su conciencia, que para mí,  no existe. Yo seré la misma. Puede usted violarme; yo, hostigaré mirando mis rendijas construidas por la humedad, seguiré siendo libre con esa luz que se filtra en hilos. Advierta que lo seguiré escuchando aún cuando se haya ido. Demasiado vieja para jugar a reírme con su bigote, demasiado joven para aceptar la condena que me impone. Le pido que recuerde, no pensamos como vivimos, vivimos como pensamos”.

POR: Silvia P.